El enfoque analítico en el estudio de un caso de gestión territorial es fundamental, ya que permite comprender cómo interactúan los diferentes sectores socioeconómicos en un territorio determinado y cómo las decisiones de gestión impactan en la comunidad. Este enfoque se centra en el análisis de las dinámicas entre actores clave, como las autoridades locales, empresas, y ciudadanos, para identificar problemas, oportunidades y posibles soluciones. El estudio de caso, en este contexto, no solo se limita a describir los eventos o situaciones, sino que busca una comprensión profunda de los procesos que subyacen a la toma de decisiones, la implementación de políticas y la resolución de conflictos, todo ello con el objetivo de mejorar el bienestar de la comunidad.
El reto de este enfoque es que requiere una comprensión multidimensional de los problemas, ya que deben tomarse en cuenta diversas variables como la economía, el medio ambiente, la cultura local y las políticas públicas. A su vez, es necesario identificar y analizar los intereses y las tensiones entre los diferentes sectores, lo cual puede ser complicado debido a la diversidad de opiniones y enfoques. Sin embargo, este enfoque permite proponer soluciones más integrales y sostenibles, ya que involucra a todos los actores relevantes en el proceso de resolución de problemas, y facilita la creación de políticas públicas más inclusivas y adaptadas a las realidades locales.