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Sobre el curso de ABP
Los principios del Aprendizaje Basado en Proyectos (ABP) se diferencian del enfoque tradicional de enseñanza-aprendizaje en varios aspectos clave: el ABP centra al estudiante en el proceso de aprendizaje, fomentando su autonomía y responsabilidad, mientras que el enfoque tradicional se enfoca en el docente como la fuente principal de conocimiento; además, el ABP promueve un aprendizaje activo donde los estudiantes investigan y resuelven problemas reales, a diferencia del enfoque tradicional que se basa en la memorización y repetición de conceptos. Asimismo, el ABP integra diversas disciplinas para un aprendizaje más holístico, mientras que el enfoque tradicional divide el conocimiento en materias separadas. Finalmente, la evaluación en el ABP es más formativa y se centra en el proceso y el producto final del proyecto, mientras que el enfoque tradicional suele depender de exámenes y pruebas estandarizadas.
Ahora bien, en cuanto a sus ventajas, se destaca el desarrollo de habilidades blandas, como el trabajo en equipo, la comunicación y la resolución de problemas, así como un aumento en la motivación de los estudiantes al conectar el aprendizaje con problemas del mundo real y fomentar el pensamiento crítico y la creatividad frente a desafíos prácticos. Sin embargo, también enfrenta desafíos, como la necesidad de más tiempo para la planificación y ejecución de proyectos, lo que puede ser complicado en un currículo ajustado, así como la demanda de más recursos materiales y tecnológicos y formación específica para los docentes; además, definir criterios claros de evaluación puede resultar complejo debido a la subjetividad del trabajo realizado.
Respecto al rol del profesor se transforma significativamente, ya que pasa a ser un facilitador del aprendizaje, actuando como guía y mentor que apoya a los estudiantes en su proceso de descubrimiento, en lugar de ser la única fuente de información. Además, el profesor se convierte en un diseñador de experiencias de aprendizaje, conectando los contenidos con las necesidades del mundo real para crear experiencias significativas. Su papel también incluye ser un evaluador colaborativo, participando en la evaluación del proceso y del producto, y fomentando la autoevaluación y coevaluación entre los estudiantes. Por último, el profesor promueve la reflexión crítica sobre el aprendizaje, ayudando a los estudiantes a establecer conexiones entre teoría y práctica. Estas transformaciones hacen que el aprendizaje sea más dinámico y relevante, preparando a los estudiantes para enfrentar desafíos en sus futuros profesionales.
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