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Conclusiones
Es claro que la IA está transformando profundamente las maneras de aprender, pero ¿qué tanto está transformando los sistemas educativos y las formas de enseñar? Estas son preguntas pertinentes que debemos abordar en este momento si queremos que se continue con una educación ética, sin plagio y de calidad. Pero la IA esta volviendo más accesible los contenidos educativos, más agradables y creativos y está optimizando el tiempo de los actores educativos. Sin embargo, desde ya debemos no solo criticar los peligros de la IA en educación sino involucrarnos de manera más activa con acciones que promueven usos creativos y benéficos de la misma, en educación, pero también en todos los ámbitos humanos, de ello dependerá nuestro futuro.
Tanto Aithor como Merlin, son herramientas poderosas con mucho potencial y con altos aportes a la creación de textos en educación superior por que hacen que los usuarios, sean docentes, estudiantes, directivos, puedan ahorrar tiempo en el desarrollo de diferentes formatos de textos académicos, además que mejoran la redacción, aportan a la creatividad y la motivación para el aprendizaje, pero los principales retos están en evitar el plagio, el uso ético de la generación de contenidos y que tanto estas como otras herramientas no dejen la responsabilidad solo a los usuarios, sino que también se apropien de las diferentes normativas para evitar fraudes y engaños. El uso en educación superior es positivo, pero debe no solo regularse con leyes nacionales e internacionales, sino que en las instituciones de educación superior también debe formarse a los docentes y estudiantes, hacer cambios profundos en las estructuras académicas y en las estrategias pedagógico – didácticas enfocadas a un uso adecuado de estas IA.
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