• Posted by ANGIE TATIANA on 5 abril, 2025 at 12:30 pm

    Una de las principales diferencias entre la enseñanza tradicional y las metodologías basadas en proyectos radica en la relación que se establece entre docentes y estudiantes. Mientras que en el modelo tradicional esta relación suele ser vertical, en la metodología ABP se construye de manera horizontal, favoreciendo la participación activa y el aprendizaje experiencial. En este enfoque, el conocimiento no se adquiere únicamente a través de lo que el o la docente comunica, sino que los y las estudiantes lo construyen a partir de sus propias experiencias y procesos de investigación.

    Pienso que las ventajas de esta metodología son significativas, ya que no solo facilita un aprendizaje, sino que también promueve el desarrollo de habilidades prácticas, como el pensamiento crítico y resolución de problemas en contextos reales. Capacidades que son fundamentales para el desarrollo de la práctica en responsabilidad social, donde buscamos fortalecer la capacidad de análisis y acción frente a los desafíos del entorno que nos circunda.

    No obstante, en el contexto actual de la revolución tecnológica, uno de los principales retos del ABP es lograr una interacción asertiva entre los y las estudiantes. Cada vez es más difícil que establezcan relaciones significativas y trabajen de manera conjunta. Además, esta metodología exige el desarrollo de habilidades clave como el pensamiento crítico y la creatividad, que, paradójicamente, parecen verse afectadas por la forma en que las nuevas generaciones procesan la información. He notado que a muchos estudiantes les cuesta retener conocimientos, ser críticos y generar ideas innovadoras dentro del aula, lo que plantea un desafío adicional para la enseñanza.

    Por todo lo anterior, el rol docente en el uso de esta metodología está en constante transformación. Desde la planificación de la clase, la construcción estrategias que permitan un acompañamiento más personalizado en el desarrollo de los proyectos estudiantiles y el diseño de actividades pedagógicas que fomenten el pensamiento crítico y la creatividad, asegurando que la tecnología se convierta en un aliado del aprendizaje y no en un obstáculo para el desarrollo cognitivo y social de los y las estudiantes.

    JAMES GABRIEL replied hace 5 días, 14 horas 2 Members · 1 Reply
  • 1 Reply
  • JAMES GABRIEL

    Member
    9 abril, 2025 at 12:05 pm

    Tu reflexión sobre la relación entre docentes y estudiantes en el ABP me hizo pensar lo que vivimos en los diferentes ambientes de aprendizaje. Cuando cambiamos esa lógica vertical por una más colaborativa, se nota cómo los estudiantes se involucran más y se sienten parte del proceso.

    También me identifico con lo que planteas sobre los retos. No es fácil lograr que trabajen juntos de forma efectiva, y menos en medio de tanta distracción digital. Ahí el reto para nosotros es diseñar experiencias que los enganchen de verdad y que les permitan desarrollar esas habilidades que tanto necesitan hoy.

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