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Estoy completamente de acuerdo con lo que planteas. El uso de la IA en el ámbito educativo, tanto por maestros como por estudiantes, debe estar regido por principios éticos claros. Como docentes, tenemos la responsabilidad de enseñar a los estudiantes a utilizar estas herramientas de manera adecuada, no como un atajo para evadir el esfuerzo personal o el análisis crítico, sino como un apoyo que enriquezca su proceso de aprendizaje. La reflexión y el criterio personal no pueden ser sustituidos por una máquina. Además, el respeto por los derechos de autor y la verificación de la información generada son esenciales para evitar el plagio y asegurar que el uso de la IA sea constructivo y no una herramienta para “hacer trampa”. Debemos asegurarnos de que la IA complemente, pero no reemplace, el pensamiento crítico que buscamos desarrollar en nuestros estudiantes.